Nada mejor que llegar del colegio y encontrarse con berlines a la hora del té. es parte de mis mejores recuerdos
Disolver la levadura en la leche tibia con el azúcar e incorporar dos cucharadas de harina. Dejar reposar 20 minutos en un lugar tibio (debe empezar a burbujear y crecer)
En un bol amplio, batir la mantequilla hasta que este cremosa, agregar los huevos de a uno y batir hasta que estén bien mezclados.
Agregar la harina intercalada con el leudo y batir a velocidad baja.
Obtendrán una masa muy blanda.
Tapar con un paño y dejar en un lugar tibio para que leude, por 40 minutos (debe doblar su tamaño)
Con las manos enharinadas, sacar la masa del bol a una tabla bien enharinada. Espolvorear harina encima, aplastando suavemente con las manos extender la masa hasta que esté de unos 8 mm de grosor.
Cortar los berlines con un cortador redondo enharinado, de 5 o 6 cm de diámetro e irlos colocando en una lata bien enharinada, es importante que no se peguen. Ir cortando pedazos y hacer bolitas todas del mismo tamaño.
IMPORTANTE Dejar leudar y subir en un lugar tibio por 1 hora más.
Freír los berlines 2 minutos por lado en aceite caliente, hasta que estén dorados. Tener cuidado al pasarlos de la lata al aceite porque se deforman con facilidad.
Sacar con una espumadera a un plato cubierto con toalla de papel para que se absorba el aceite sobrante.
Cortar con un cuchillo en un lado y rellenar con crema pastelera o manjar.
Espolvorear con azúcar flor y a disfrutar